8 de junio de 2023

El Coco seco contribuye al crecimiento agrícola en Nagua

 

No es casualidad que el cocotero sea el tipo de palmera más sembrada del mundo, ya que es una de las frutas que no tiene desperdicio. De ella todo se usa, desde su refrescante agua, hasta la masa que es utilizada en la industria alimentaria y cosmética. En el caso de República Dominicana, el coco seco está entre los cinco productos con una mejoría en su productividad, según una publicación del Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (CREES).

De acuerdo al Ministerio de Agricultura, una siembra de 44,344 tareas en el año 2022 dio como resultado una cosecha de 840,844 quintales, lo que permitió una producción de 10,401,380 quintales de coco. De hecho, el año pasado el país exportó 9,448.47 toneladas métricas de coco por un valor FOB US$7,099,594.92.

Sin embargo, no hace mucho los agricultores no sabían qué hacer con las cáscaras que sobraban, ya que su acumulación es el hogar perfecto de plagas y quemarlas tampoco era una opción, porque resulta ser perjudicial para la producción. Eventualmente, la empresa de origen holandés Van der Knaaq vio una oportunidad de negocio.

Así lo expresa el director de Operaciones de la multinancional, Osiris Calvo, quien se dedicaba a la exportación de aceite de coco, pero al no tener los resultados esperados decide asociarse con la compañía. De ahí nace “coco cruch”, un producto que utiliza la cáscara de coco como materia prima para el enraizamiento de las plantas y la fabricación de sustratos.

Calvo asegura que las cáscaras que antes eran desechadas ahora cuestan RD$350 el metro cuadrado. “Ellos nos proporcionan la tecnología y nosotros la materia prima”, expresa, al tiempo de indicar que este proyecto genera alrededor de 200 empleos formales e informales. En ese sentido, el productor comenta que, desde la factoría, ubicada en Nagua, exporta hacía Sri Lanka, Estados Unidos y Europa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Sea prudente!